Después de varios meses donde hemos dejado el tema decoración un poco en stand by para centrarnos más en viajar, ya tocaba enseñarte alguna de las estancias que damos (de momento) por finalizada. Y no es otra que la habitación infantil, uno de mis espacios favoritos para decorar.

Las habitaciones infantiles son las estancias de la casa que más cambian. A medida que los niños van creciendo, sus gustos y necesidades de espacio varían. Aquí el reto fue encontrar el equilibrio para que ambas estuvieran a gusto, Olivia tiene 5 años y Sofía 10.

Al cambiar la distribución de su habitación en la nueva casa, tuvimos que readaptar el mobiliario para sacarle el máximo partido. Con las camitas de forja que tenían en su antigua habitación (puedes ver aquí el post de esa habitación); no se aprovechaba bien el espacio, y tras valorar varias opciones nos decantamos por poner una litera.

La litera triple

A pesar de que ahora tenemos tres dormitorios, tanto nosotros como ellas queríamos que siguieran compartiendo habitación. De hecho, una de las claves de la reforma fue eliminar uno de los tres dormitorios que había inicialmente en la planta baja, para dejar solo dos. Ganando así metros al salón, y a la que es ahora su habitación. Por tanto, el tamaño es perfecto para compartir.

Aunque inicialmente era bastante reacia a poner literas, sobre todo por el hecho de que cuesta más hacer las camas; a ellas les hacía muchísima ilusión y llevaban años pidiéndolas. Y bueno, tengo que reconocer que era la opción que aprovechaba mejor el espacio.

En Pinterest había visto unas literas con cama doble abajo y una individual arriba, y me pareció una idea no solo bonita sino también muy práctica. Estuve buscando y finalmente encontré la litera triple perfecta en La Redoute. Además aproveché para comprarla con uno de los muchos descuentos y ofertas que tienen a lo largo del año, y salió muy bien de precio.

Se trata de una cama doble de 140cm abajo y otra de 90cm arriba; lo cual es ideal para habitaciones compartidas, si se queda algún amiguito a dormir o incluso en una habitación de invitados, ya que cabe perfectamente una pareja abajo y un niño arriba.

Algo que me gusta es que no es tan alta como las literas habituales, y eso hace que visualmente la habitación se vea más amplia. Otra de las ventajas es que puedes usar la cama de abajo para sentarte sin riesgo de golpearte la cabeza con la litera de arriba, para vestirles es algo muy práctico. Y bueno, Olivia que duerme abajo está como una reina con una cama tan grande para ella sola jajaja.  

Otra de las cosas que hicimos fue poner unas baldas en el hueco que quedó entre el pilar y la pared a la altura de cada cama. Así tienen a mano sus libros favoritos y sus cosas.

Los textiles

Los textiles han sido otro de los cambios que hemos hecho en la nueva habitación. Para la cama de arriba elegimos una funda nórdica con estampado floral de La Redoute; en los mismos tonos de la habitación: rosa antiguo, amarillo pastel y un toque de verde.

En la cama de abajo estuve dudando si poner o no el mismo estampado. Hay que tener en cuenta que en cama doble los estampados “infantiles” son más limitados; pero éste de flores no pertenece a la sección infantil y está disponible en todos los tamaños.

Finalmente me decanté por un tono más neutro para no recargar demasiado, y elegí una funda nórdica de lino lavado en tono beige natural, también de La Redoute. La textura es increíblemente suave y gustosa, ¡e incluso arrugada queda bien!. ¡Ahora quiero una igual para mi cama! ¡Una vez que pruebas el lino lavado no querrás otra cosa! Para coordinar puse un cojín del mismo estampado de flores en la cama de abajo, y un plaid de algodón en rosa antiguo de H&M.

La decoración

La decoración en la habitación de las niñas sigue un poco la misma línea que el resto de la casa. Y es que me encanta incorporar fibras naturales como el mimbre, el yute o la caña de bambú, y mezclar el blanco con el tono de la madera natural.

La alfombra redonda de yute y la lámpara con pantallas bicolor son de La Redoute también y junto al mueble aparador le dan ese toque cálido. Y la silla de caña de bambú la compramos de segunda mano en Wallapop.

El almacenaje

El almacenaje en una habitación infantil es un factor clave. Y aunque en la reforma hicimos un armario empotrado a medida bastante grande, ¡con niños nunca es suficiente!. Para organizar juguetes pusimos un mueble aparador de Ikea; para guardar los peluches un cesto grande de La Redoute; y para colgar los bolsos y mochilas un pequeño perchero de madera a su altura.

Además, para aprovechar el espacio bajo la cama utilizamos cajas de almacenaje; donde poder guardar la ropa de otras temporadas o disfraces. Lo más importante es que todo quede recogido y esté a su alcance.

La habitación, aunque tiene aún un punto infantil, está pensada para que vaya creciendo con ellas. Sofía tiene 10 años y pronto necesitará un espacio para estudiar, es por ello que elegimos un estor enrollable de Leroy Merlin con la idea de poner bajo la ventana este escritorio.

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Y esto es todo por hoy, espero que te haya gustado este mini tour. La verdad es que ellas están felices con su nueva habitación y eso es lo más importante. Da vértigo pensar que hace no tanto solo necesitaban una pequeña cuna y ahora tienen una habitación “de mayores”. 🙂