Descubriendo Salamanca

Salamanca es como mi segunda casa, han sido muchos, por no decir todos, los veranos que he pasado aquí de pequeña. Corretear por su Plaza Mayor, ver el estanque de patos del Parque de la Alamedilla y bañarme en el río Tormes forman ya bonitos recuerdos de mi infancia.

Aún así parece sorprendente que en esta última visita que hemos hecho a Salamanca haya conocido lugares nuevos. Siempre sucede que dejamos de visitar todos los sitios que tenemos cerca, verdad? Que levante la mano quien no haya visitado la catedral o un museo importante de su ciudad, seguro que somos unos cuantos, yo incluida!

Pues esta vez me propuse planear bien la visita aprovechando que venían también mis primos con las peques. Quería que las niñas disfrutaran y descubrieran la ciudad de una forma divertida. Asi que hoy os traigo unos consejillos para visitar Salamanca con niños.

Todos sabemos que Salamanca es una ciudad con un gran patrimonio artístico y que tiene lugares cuya visita es prácticamente obligatoria, aquí os voy a contar algunos consejitos para recorrerla a pie con los niños, a otro ritmo más pausado y descubriendo los bellos rincones a través de sus ojos.

La Plaza Mayor es el centro neurálgico de la ciudad y tanto de día como de noche hay muchísimo ambiente, para las niñas se convirtió en un gran patio de recreo donde jugar al escondite entre sus columnas. En los días más calurosos lo ideal es sentarse en el suelo saboreando un helado mientras observas el bullicio y movimiento de la plaza.

Muy a menudo te encuentras a estudiantes de música practicando con flautas y violines que hacen las delicias de grandes y pequeños, en casa tenemos ya una pequeñísima amante de la música ;-), estaba encantada escuchando tocar!

Para hacer más entretenidas las visitas “importantes” de la ciudad, como son La Catedral, Casa de Las Conchas, Fachada de la Universidad e Iglesia de San Esteban, entre otras, organizamos una búsqueda del tesoro.

Como muchos sabréis, entre los detalles labrados de las fachadas y pórticos de los monumentos y edificios históricos se “esconden” figuras curiosísimas como un astronauta o un diablo comiendo un helado de tres bolas. Sí!, aunque parezca increíble, los canteros que llevaban a cabo la rehabilitación de las fachadas se dejaban llevar por su imaginación para crear estas originales esculturas.

En la Oficina de Turismo pedimos un folleto ilustrado diseñado para los niños en el que se muestra de una manera muy visual y divertida algunas de estas curiosas figuras y su ubicación. Me pareció una iniciativa estupenda que permite acercar el arte a los más pequeños.

Y la verdad que la búsqueda fue todo un éxito!. Me encantó ver sus caras de concentración mientras buscaban los “tesoros” y sus gritos de alegría cuando los veían…un toro! …un cangrejo! …una cigüeña! …un astronauta!!

Fue divertidísimo.

Habeís visto el astronauta?? 🙂

Encontramos también el conejo de la Catedral Nueva, al que es imprescindible tocar para que te de suerte y la ya famosísima rana encima de calavera en la Fachada de la Universidad.

Casi sin enterarse visitamos los enclaves más conocidos de Salamanca mientras ellas seguían mirando hacia arriba.

Visitamos también el Huerto de Calixto y Melibea, donde se cree que Fernando de Rojas ubicó el lugar de encuentro de los protagonistas y escenario del trágico desenlace de la novela La Celestina. Un pequeño jardín sobre la muralla donde poder descansar y disfrutar de unas hermosas vistas a las Catedrales y a la ribera del Tormes.

Otra visita interesante fue La Casa Lis, que actualmente acoge el Museo de Art Noveau y Art Decó, un impresionante edificio decorado con vidrieras de colores de gran belleza. Lo que más nos sorprendió fue la colección de más de 200 muñecas de porcelana, aunque a mí personalmente me dan un poco de miedito, pero es muy curioso ver como estaban vestidas con todo tipo de detalle…zapatos de piel, estolas de pelo de zorro, gafas, bolsos y vestidos de encaje. Aunque Sofía decía que ella seguía prefiriendo su Nenuco jaja…

Obviamente todas estas cosas las hicimos en un par de días, el resto del tiempo lo dedicamos a que las niñas disfrutaran a su aire en los columpios del Parque de la Alamedilla,… ainsss que recuerdos me trae este parque y que bonito volver a revivir mi infancia a través de ellas.

Y aquí acabó nuestro fin de semana en Salamanca, que siempre nos deja con ganas de más!

P.D – El próximo día os cuento sobre un lugar muy muy chuli que descubrimos para ir con los niños y para que pasen un rato jugando entre tanto turisteo…y de paso que los papis os toméis un cafelito la mar de relajados ;-).

Feliz semana!