Ruta por el centro de Portugal: Pueblos con encanto entre Oporto y Lisboa

Si ya conoces Oporto y Lisboa y te apetece seguir descubriendo nuestro país vecino, no te pierdas esta ruta por el centro de Portugal para descubrir sus pueblos con más encanto. ¡Es perfecta como escapada para cualquier época del año!

Ya sabes que me considero una enamorada de nuestro país vecino. Tiene pueblos bonitos, rica gastronomía, precios más que razonables, y lo mejor, lo tenemos muy cerquita.

Buscando un destino de última hora para Navidad nos decidimos por el centro de Portugal, una zona que aún no conocíamos y nos ha parecido perfecta para visitar en cualquier época del año. Si ya conoces Oporto y Lisboa; y lo que te apetece es visitar pueblos con encanto cerca del mar, no te pierdas esta ruta por el centro de Portugal.

La región entre el Tajo y la costa se la conoce como Estremadura (no confundir con nuestra Extremadura :-)). Aquí encontrarás suaves colinas, viñedos, escarpados acantilados y bellas playas. Una zona muy rica también en historia y arquitectura, no solo por el moderno santuario de Fátima, también por los impresionantes monasterios de Batalha y Alcobaça.

A continuación, te cuento el itinerario que seguimos por el centro de Portugal durante 4 días y 3 noches, saliendo en coche desde Madrid. También te daré opciones por si dispones de más días o quieres ampliar la ruta.

¡Allá vamos!.

Ruta de pueblos con encanto en el centro de Portugal 

Monsanto

Aunque Monsanto en realidad pertenece a la región de Las Beiras, fue nuestra primera parada de la ruta. Un pequeño y bonito pueblo muy cerca de la frontera si viajas pasando por Trujillo.

Monsanto fue elegido el pueblo más portugués de Portugal en 1938; y lo que más sorprende son las gigantes rocas repartidas por todo el pueblo, y que hacen las veces de muros de las casas. ¡Es muy curioso!. Se puede subir hasta lo más alto de las ruinas del castillo para así disfrutar de una panorámica de 360 grados.

Diría que una horita es suficiente para visitarlo, y de paso atreverse a probar el particular licor de merda (tal cual) en la Taverna Lusitana. 🙂

Castelo Branco

Aunque no paramos a ver la ciudad, fue el lugar elegido para comer. Siguiendo el consejo de Trip Advidor lo hicimos en Palitao. Un restaurante convenientemente situado a las afueras, y con facilidad aparcamiento. Aconsejo reservar, la relación calidad/precio es insuperable!.

Si decides visitar Castelo Branco, no puedes perderte el jardín Episcopal y la zona alrededor del antiguo castillo templario.

Tomar

Ya en la región de Estremadura, y de camino a Nazaré paramos en Tomar. Una encantadora ciudad situada a los pies de un imponente castillo.

Merece la pena perderse por sus calles y dejar que los niños espanten las palomas que se encuentran en la plaza mayor. También tiene un enorme parque a orillas del río.

El castillo es en realidad un convento de la orden de Cristo que puede ser visitado en su interior. Nosotros solo paseamos y nos dejamos llevar por el encanto decadente de Tomar. ¡Una parada imprescindible!.

Nazaré

Nazaré fue nuestra base de operaciones, el lugar donde decidimos alojarnos y no puedo estar más contenta con la decisión. Está justo en el centro de la ruta, y no hay nada como llegar por la tarde después de un largo día de turismo y contemplar un increíble atardecer frente al mar.

Nazaré es conocido principalmente por ser uno de los centros de surf más importantes del mundo, sus olas pueden llegar a medir hasta 30 metros de altura. Todo un espectáculo que reúne a curiosos de todas partes.

La ciudad tiene también un importante pasado como pueblo pesquero. A día de hoy se sigue apreciando por las humildes casas de pescadores que alinean todas las calles estrechas que conducen al mar; sus secaderos de pescado a pie de playa; sus pexeiras (las mujeres que venden pescado vestidas con trajes tradicionales); y como no, su fresquísimo pescado en la carta de los restaurantes.

No esperaba encontrarme un lugar con tanto encanto, Nazaré es más que un pueblo costero de vacaciones. Uno de los imperdibles es subir a la parte alta de la ciudad, donde se encuentra su famoso faro rojo y desde allí contemplar uno de los atardeceres más bonitos de todo Portugal y con vista panorámica a la playa y tejados de la ciudad.

Comer en Nazaré:

Nos encantó el restaurante O Veleiro, a un paso de nuestro apartamento y con un pescado fresquísimo y genial de precio. ¡Tanto que repetimos dos noches seguidas!.

Óbidos

Óbidos fue la razón principal por la que elegimos visitar esta región. Llevaba muchísimo tiempo queriendo conocerla, y puedo decir que no defraudó en absoluto mis expectativas.

La villa de Óbidos es como un pueblo de postal. Casas blancas salpicadas de azul cobalto y amarillo sobre una colina; calles empedradas; buganvillas decorando los tejados y todo ello coronado por un increíble castillo medieval y sus murallas. Cada rincón de Óbidos es fotogénico y es un lugar que se hace querer mucho!.

Llegamos pronto por la mañana para evitar mucha afluencia de gente, y es algo que te recomiendo, sobre todo en verano. Al estar relativamente cerca de Lisboa suele ser un destino habitual para una excursión de día. El pueblo no es demasiado grande, así que dos o tres autobuses llenos de turistas es suficiente para que se llene.

Lo que más me gustó fue recorrer el tramo de la muralla para ver el pueblo desde otra perspectiva, y curiosear las muchas librerías que encontrarás a tu paso. Pasear es suficiente para descubrir el encanto de Óbidos.

Cada año durante el mes de Diciembre se celebra la Vila de Natal, un parque temático navideño muy chulo para disfrutar con los más pequeños. Ya te contaré con más detalle en otro post, pero merece la pena ir entre diario para evitar aglomeraciones.

También en verano se celebra un mercado medieval y en abril la Feria del Chocolate

Comer en Óbidos:

En Óbidos es típico el licor de guindas o ginjinha que encontraárs en muchos puestos a lo largo de la ruta Direita. Nosotros comimos muy rico en el restaurante Jamón Jamón, el bacalao estaba delicioso y el pan con mantequilla casera más!.

Caldas da Rainha

Caldas da Rainha es famosa por sus aguas termales y su cerámica. Aquí encontrarás la tienda y fábrica del alfarero Rafael Bordalo Pinheiro (Rua Rafael Bordallo Pinheiro, nº 53).

Me fascinó la romántica decadencia de esta ciudad. Caminando por algunas calles podrías pensar que quedó anclada en los años 50 o 60, con increíbles edificios como el antiguo hospital termal. Tiene un enorme parque con un lago en el centro, perfecto para que los niños jueguen.

Alcobaça

Este pueblo fue otra de las gratas sorpresas de nuestra ruta por el centro de Portugal. Sabía que lo más famoso era su iglesia. El Mosteiro de Santa Maria de Alcobaça, Patrimonio de la Humanidad y la mayor iglesia de Portugal, famosa por su arquitectura medieval. Una impresionante iglesia que puede ser visitada en su interior.

Como curiosidad alberga las tumbas del rey Pedro I y su amante Inés de Castro, situada una frente a la otra. Te invito a leer la historia de esta historia de amor en Wikipedia ;-).

No esperaba encontrarme además una ciudad tan bonita y cuidada. Con plazas llenas de terrazas alrededor de la iglesia, tiendas de cerámica y bellos edificios.

¡Sin duda otro lugar para no perderse!.

Batalha

El monasterio dominico de Santa María da Vitoria en Batalha es una obra maestra de la arquitectura gótica portuguesa y Patrimonio de la Humanidad.

Impresionantes las vidrieras que decoran el coro de la iglesia y que iluminan de mil colores el interior. También cuenta con enorme claustro en su interior.

Si te apasiona el arte y la arquitectura no puedes dejar de visitarla.

Leiria

Leiria es otra bonita ciudad con un resplandeciente castillo en lo más alto de una colina (como verás aquí todos los pueblos tienen castillos! ;-)). El casco antiguo también tiene mucho encanto.

Sin embargo, nosotros nos decantamos por ir hacia la costa hasta São Pedro de Muel. Un centro turístico situado en una maravillosa playa. La costa agreste de Portugal es una maravilla para contemplar fuera de la temporada de verano; enormes acantilados decorados por faros con el rugido del océano de fondo.

Otros pueblos para continuar la ruta

Peniche– Un bonito pueblo pesquero rodeado parcialmente por murallas.

Santuario de Fátima – Famoso por ser un lugar de peregrinación, tras la supuesta aparición de la virgen a tres pequeños pastores.

Pombal – Un pequeño pueblo de casas blancas bajo un castillo templario

Donde alojarse

Mi idea inicial era alojarnos en Óbidos, pero después de ver las pocas opciones de alojamiento que había y los precios para esas fechas (Óbidos se convierte en la ciudad de Navidad); ampliamos la búsqueda por esa zona.

Finalmente encontré este coqueto apartamento en Nazaré; a 20 metros de la playa, decorado con mucho gusto y por menos de 50 euros la noche para los cuatro. ¡Un chollo!. Supongo que los precios serán más altos en la temporada estival, pero estuvo fenomenal.

La única pega es que no se puede aparcar el coche en las calles de alrededor (son peatonales) y toca dejarlo un poco más lejos, pero nada que un paseíto no solucione. Asomar la cabeza por la ventana y ver el mar es una maravilla!.

Lo reservé a través de Booking.com, pero también he visto que está disponible en Airbnb. Te recuerdo que si es tu primera reserva con Airbnb tienes 25 euros de descuento con mi enlace.

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Y hasta aquí nuestra pequeña ruta por el centro de Portugal, si aún no lo conoces ya estás tardando! ;-).

PINEA PARA MAS TARDE