Una habitación de princesas para jugar y soñar

Hace unos días te contaba cómo me había dado por redecorar, empezando por la habitación de las niñas donde pusimos un rincón creativo. Hoy te enseño como transformamos un cuarto casi vacío en una auténtica habitación de princesas con solo algunos elementos decorativos. 

Mis padres tienen una casa en Salamanca, ya que mi padre era de allí. Aquí he pasado todos los veranos de mi infancia. Mientras mis amigas se iban a la playa, yo me bañaba en el río Tormes o me pasaba tardes enteras en sus parques. Conservo un recuerdo muy bonito de mis veranos allí, jugando en mi habitación con esos juguetes que solo veía una, o como mucho dos veces al año. Tal era la ilusión por ir a Salamanca que solía preparar mi maleta semanas antes con todas las cosas que llevaría.

Hace tres años mis padres reformaron la casa, ya que llegó un momento que parecía la casa de Cuentamé. Le dieron un toque más actual cambiando cocina, baños, suelos, puertas y ventanas. Y desde entonces hemos vuelto a pasar más tiempo en Salamanca.

Las habitaciones quedaron como un lienzo en blanco, sin nada más que una cama, una mesilla y un armario. Todo muy minimalista, jaja!. Y aunque realmente no necesitamos más para los días que vamos. Me apetecía decorar un poco la habitación donde suelen dormir las niñas, haciéndola especial, así algún día quizás conserven el mismo bonito recuerdo que tengo yo de esta casa.

¿Y hay algo más especial para una niña que tener su propia habitación de princesas?.

En mi casa no suelo abusar del rosa, pero en este caso al ser todo tan blanquito necesitaba darle un toque de color. Y una habitación de princesas tiene que tener algo rosa, ¿a qué sí?.

Principalmente quería actualizar los textiles, ya que la ropa de cama que había antes tenía casi los mismos años que yo, jeje. Es increíble cómo pequeños cambios como éstos transforman por completo una estancia.

En este caso la elección de la decoración empezó por los pies!. Y es que ya sabes que en Salamanca las temperaturas no son precisamente caribeñas. Buscaba una alfombra amplia donde las niñas pudieran sentarse a jugar con mis viejos Playmobil.

Tanto a Sofía como a mí nos encantó ésta de hadas de Mini Home, es una alfombra muy vistosa que se lleva todo el protagonismo de la habitación. Y al no tener casi juguetes ni otros elementos decorativos que recarguen la decoración, quedaba perfecta.

De la misma colección elegí las sábanas bordadas, una sencilla colcha blanca con detalle de estrellas y una preciosa manta calada rosa para seguir con el toque rosa de la habitación. Y para completar el look de la cama, dos originales cojines de pompones.

La mesilla de la habitación es antigua pero recuperada con un color más actual. Muchas veces no es necesario cambiar los muebles que ya tenemos, sino darles un aire nuevo pintándolos y cambiándoles los pomos. El azul turquesa además encajaba perfectamente con el resto de tonos de la habitación.

Para completar, una lámpara de estilo industrial, y una silla balancín de ratán para dejar la ropa por la noche o para sentarse a leer. Y las estanterías en forma de casitas, que aún tenemos pendiente colgar en la pared, son perfectas para exponer algún juguete o libro.

Y para que el cambio de decoración de su nueva habitación de princesas fuera toda una fiesta, les di unas alas, un tutú, y observé a través de la puerta mientras jugaban y se inventaban mil historias. Estaban tan graciosas que no pude evitar hacerles un montón de fotos.

Aún faltan por ultimar algunos detalles como poner otra cama en la habitación para que duerman juntas, y quizás unos cabeceros de forja. Pero bueno, poco a poco. Estoy segura de que a partir de ahora ellas también estarán deseando ir a Salamanca!

¿Y tú, tienes algún recuerdo especial de tu habitación de veraneo?

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Todos los elementos de decoración son de la colección de niños Mini Home de El Corte Inglés. He visto que ahora mismo tienen un montón en rebajas, asi que es el momento idóneo para redecorar y encima ahorrar dinero! 😉