Lo mejor de 2015

¿Me ocurre solo a mí o 2015 ha sido un suspiro?

Un año más nos sentamos a hacer balance del año que está a punto de acabar y que mejor forma de hacerlo que repasando todo lo vivido, bueno y menos bueno, de estos últimos 12 meses.

¿Me acompañas?

Comenzamos el año a tope preparando la edición Foodie Kids de la guía Mammaproof donde buscamos restaurantes en Madrid que se comprometieran a ofrecer un menú saludable para los más pequeños.

Entre estas idas y venidas Olivia dio sus primeros pasos y se lanzó a descubrir el mundo solita.

En Febrero Sofía cumplía 6 añazos y lo celebraba con una fiesta de monstruos para sus amiguitos. Fue una tarde muy divertida y ella estaba feliz.

Pronto haríamos maletas para escaparnos de viaje en pareja a Marrakech. Esos viajes para dos tan necesarios al menos una vez al año. Nos fascinó la ciudad y su gastronomía, y estoy segura de que repetiremos pero esta vez todos juntos.

La primavera llegó y con ella disfrutamos de la naturaleza, haciéndonos fotos entre almendros y entre campos de trigo.

Entre cientos de mensajes de whatsapp, nueve familias del mundo 2.0 organizamos un fin de semana en la finca de Cutamilla. Allí pasamos dos días fantásticos donde saldrían además buenas amistades y bonitos proyectos. Abril fue un mes donde también seguí desvirtualizando a mucha gente y aprendí muchas cosas gracias a Punto Mom.

En Mayo pusimos rumbo a Venezia para visitar a la familia, y volví a enamorarme como cada año de sus canales, sus fachadas, su comida y esa atmósfera misteriosa y romántica. Y me encantó ver como Olivia espantaba por primera vez las palomas como una loca en la Plaza de San Marco.

En junio Sofía se graduó de Educación Infantil y nos escapamos un fin de semana a Altea para ver el mar. Aún me acuerdo del sabor de las sardinas del Chiringuito al lado de la playa y de nuestras cenas “indias” contemplando Altea al atardecer.

Y el verano llegó y en julio hicimos un road trip muy deseado visitando lugares tan bonitos como la Costa Brava y la Provenza.

A pesar de la cantidad de kilómetros que hicimos fue un viaje genial, las niñas se portaron increíblemente bien y nos encanto cada pequeño pueblito que visitamos.

Me quedo con nuestra cala favorita en Calella de Palafrugell y su atardecer; y el olor de la lavanda entre campos que parecían sacados de un cuadro de Monet.

El resto del verano lo pasamos en Madrid, aprovechando que sus calles se quedan casi vacías y unos días en el pueblo de Zamora, donde pude poner en práctica uno de los cursos que he hecho este año de Hello! Creatividad.

En estas semanas también oficialmente nació KIVA Magazine y fueron días emocionantes grabando el que fuera el video de presentación de Kiva y definiendo el contenido de la revista.

El otoño comenzó con Kiva Magazine como protagonista, realizando los muchos reportajes para el primer número y su lanzamiento el 1 de Octubre. Fue realmente emocionante ver el resultado de tantas horas de trabajo.

Ese mismo mes cumplía 35 años y para celebrarlo nos escapábamos a La Rioja, donde a parte de descubrir una región preciosa tuvimos la suerte de realizar una vendimia en familia. Fue una experiencia divertidisima!

Al mes siguiente fue el turno de la chiquitita de la casa, Olivia cumplía dos añitos y para celebrarlo montamos una bonita fiesta de flamencos en casa. Ahora está en una edad totalmente comestible, ojalá durase para siempre!

Y por último Diciembre, que no lo empezamos tan bien como me hubiese gustado. Después de diez días con fiebre Olivia fue hospitalizada por apendicitis y aunque finalmente nos dieron el alta antes de Nochebuena, el susto no nos lo quita nadie. Por lo que a esta Navidad lo que le he pedido es salud para toda la familia, que al fin y al cabo es lo más importante.

En definitiva el balance del 2015 es un tanto agridulce; ha sido el año en el que di un último adios a mi padre pero también vino al mundo mi primer sobrino, Oscar.

Por el contrario, en el tema social y profesional el balance ha sido muy bueno, he afianzado amistades y lanzado nuevos proyectos como Kiva Magazine.

También me siento profundamente agradecida por el cariño recibido a través del blog y en redes sociales en momentos duros como han sido el fallecimiento de mi padre o la hospitalización de Olivia. También agradecida porque sigas aquí leyéndome y comentando, y eso que no actualizo el blog tanto como quisiera.

Por todo eso, solo pido que el 2016 sea al menos tan bueno como éste.

¡Te deseo un nuevo año lleno de felicidad!